EFECTO PIGMALIóN

El "Efecto Pigmalión" describe la creencia que tiene una persona de poder influir en el rendimiento de otra.

Cuando un maestro o maestra cree que un alumno/a posee bajas capacidades intelectuales, no sólo se esfuerzan menos por enseñarle sino que incluso su comportamiento es tal que hasta ese poco esfuerzo carecerá de éxito.




Se llama así por el Mito griego "Pigmalión", un escultor   que se enamoró de una estatua que había tallado. La estatua, al final, cobró vida. 
La obra se llamaba "Galatea" y Pigmalión la trataba como si fuera una mujer real.  Afrodita es quien consigue que la obra cobre vida, al ver el amor que éste sentía por la estatua, la cual representaba a la mujer de sus sueños. 

Rosenthal y Jacobson estudiaron el Efecto Pigmalión desde la perspectiva de la profecía autorealizada. Ésta es uno de los factores que influyen en la motivación en el aula. 

David C. McClelland llevó a cabo el "Estudio de la motivación humana", habiendo en él un epígrafe dedicado al Efecto Pigmalión. 


"McClelland expone un estudio sobre un caso del ámbito escolar en el que se realizaron test de capacidades a alumnos negros del casco urbano de entre 7 y 11 años y del segundo al quinto grado. Una vez evaluados dichos test se les comunicó a los profesores que una mitad de cada clase, elegida al azar, era muy brillante mientras que de la otra mitad se dieron los resultados reales. Los resultados de esta investigación fueron que la mitad de las clase que se habían considerado más capacitados obtuvieron un progreso mayor al final de curso, siendo elegidos al azar, que la otra parte de la clase cuyos resultados comunicados al profesorado eran reales. También se observaron diferencias de rendimiento de un grado a otro. Como conclusión, McClelland defiende que, al considerar los profesores más inteligentes a ciertos estudiantes, éstos tienden a rendir más".


"SI TÚ CREES EN ÉL/ELLA, ÉL/ELLA CREERÁ EN SÍ MISMO/A".







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