VUELTA AL COLE

Esta semana  y la siguiente serán muchos los niños y niñas que regresan a las aulas. 

Sobre todo maestras (esta profesión siempre ha sido más femenina que masculina y aún no entiendo porqué) vuelven a ver la carita de esos y esas peques. 


¿Las medidas? Mucho amor y mucha implicación de cada una de ellas. 

Cada uno de los centros se ha tenido que reinventar para poder acoger de la mejor forma posible a nuestros niños y niñas. 


Ellos y ellas merecen una vuelta al cole o a la escuela infantil sana, segura, cercana y cariñosa.


¿Cuántos y cuántas nos hemos puesto verdaderamente en los zapatos de un niño o niña de dos años? ¿de seis, de diez, de quince,..?


A lo largo de estos días, conoceremos el resultado de todo lo que viene. No será fácil porque esta pandemia nos llegó de golpe y estamos aprendiendo sobre la marcha a lidiar con ella pero es muy cierto, y ello me ha indignado y enfadado mucho, que las decisiones "ensayo-error" que el Ministerio está tomando apoyado por el Gobierno, podrían haber llegado antes.

¿Con cuántos maestros y maestras han hablado?, ¿cuántos centros educativos de diferentes etapas y nivel socioeconómico han visitado? La verdad, me encantaría saberlo.


Nadie dice que tengan la fórmula para que el virus no llegue a las aulas pero sí han tenido tiempo para analizar diferentes escenarios, para bajar ratios y contratar más maestr@s, para bajarse los sueldos y apostar por la educación, la amplitud de sus centros, la remodelación de sus aulas atendiendo a las necesidades sanitarias actuales (que, por otro lado, tendrían que haberse tomado en cuenta también antes a la pandemia, ya que nunca está de más uno o varios sanitarios en los centros educativos).

No aprendemos.

Volvemos a caer en la misma piedra tantas veces...


Soy maestra, me encanta enseñar e impregnarme de las risas de los niños y niñas, consolarles, ver sus bocas abiertas de sorpresa, mirar el mundo desde su altura, desde sus ojos. 


Pienso que este país tiene mucha valía pero las personas que deciden, las que están ahí arriba, no lo valoran de verdad. 

La enseñanza es el futuro, la cuna de todas las demás profesiones. 

Deberíamos apostar más por la educación emocional, por lo artístico y lo abstracto, las relaciones interpersonales e intrapersonales; potenciar las virtudes.


Mis ganas y yo nos quedamos en casa, al igual que muchos y muchas colegas de profesión. 

Ojalá, algún día, este país invierta en educación como se merece. 

Ojalá, algún día, se dé importancia a lo que realmente la tiene. 


Ojalá.


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