Jugar e emocionarse. La psicomotricidad en las edades más tempranas.

La psicomotricidad es emoción en estado puro. 

Tiene muy en cuenta el espacio. 

Para el menor, jugar es vivir.

Va tomando conciencia de sus posibilidades y limitaciones, adquiriendo así un desarrollo psicomotor armónico. 

En la sala de psicomotricidad, el niño/niña transforma el espacio y le  va dando significado simbólico.

A través del juego, expresa sus emociones. 

El espacio sitúa al niño/niña en el "aquí"y "ahora". Aprenden a decidir por sí mismos, a elegir. 

A medida que crecen, van conquistando la autonomía. 

Descubre las posibilidades del cuerpo, el placer sensoriomotor y el placer del juego, el cual está ligado a sus emociones y, a través de ellas, se adapta al entorno. 

Los primeros años de vida, el cuerpo es el fruto de placer y es su principal elemento de juego. 

Los materiales que se usan en la sala son también muy importantes (módulos, telas, cuerdas, pelotas, maderas,...), ya que les ayud en el desarrollo de su identidad.




https://www.youtube.com/watch?v=WW-An3J__j8&feature=youtu.be





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