¿por qué no debemos sentar a los niños?
A lo largo de mi experiencia laboral, como podréis imaginar, he visto de todo.
Una de las cosas de las que hoy quiero hablar es el error de sentar a un bebé cuando aún no lo hace por sí mismo/a.
El movimiento, las posturas, tienen un ritmo evolutivo y dependen de cada uno/a.
Como bien dice Catherine L’Ecuyer, cuando adelantamos etapas que no tocan, podemos ocasionar graves consecuencias en los más pequeños e incluso llevarles a situaciones de frustración y espiral de fracaso.
Un bebé gira sobre sí mismo, se arrastra para asir el objeto que le interesa o ir hacia ti, se da la vuelta, se sienta, gatea, camina,.... Cada conquista en el movimiento tiene su momento y éste es cuando él o ella esté preparado /a.
Al sentar a un bebé cuando aún no lo hace sólo o sóla, perjudicamos su postura forzando la espalda, piernas, pelvis,...
Debemos dejar que el bebé tenga libertad de movimiento.
No importa si nos han dicho que el hijo o hija de cierta persona ya se sienta, ya gatea,... cada uno tiene su ritmo y ello no es ni mejor ni peor.
A veces, lo que creemos que le está ayudando, realmente le está perjudicando.
Lo más importante es proporcionarles espacios amplios, sin obstáculos, para que puedan desplazarse en libertad y sintiéndose seguros.
¿Por qué perjudica pues sentarles antes de que lo hagan por sí mismos?
- la espalda sufre. El peso es mayor de lo que pueden sostener. Su cabeza significa el 30% de su peso corporal. Prueba a ponerte 10 kilos en la cabeza y aguantar sentado... ¿Difícil, verdad? Ahora imagina que tu columna está en pleno desarrollo.
-dificultad para respirar: al quedar la espalda arqueada hundiendo el pecho, se deja muy poco espacio para respirar.
- si sentamos al bebé, al no saber cambiar de postura,... le limitamos el movimiento, su autonomía.
- las piernas pasan a ser pasivas.
- es posible que esto provoque también que su gateo no sea el correcto, sino que se desplace con el culo, arrastrando una pierna.
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