¿Por qué a los niños y niñas pequeñ@s les cuesta probar nuevos alimentos?

Seguro que más de una vez te has desesperado porque tu hijo o hija no ha querido probar nuevos alimentos. 

Esto es algo muy común en los más pequeños y se conoce como "neofobia". Consiste en un proceso mediante el cual se evita consumir algunos alimentos, rechazándolos por su sabor, olor, color, textura o por relacionarlo con ua experiencia negativa.

Como digo, es un comportamiento de lo más normal pero debemos saber gestionarlo. 

La neofobia es un mecanismo de defensa. Evitamos ingerir alimentos nuevos por miedo a sufrir al hacerlo. Es nuestro instinto el que nos frena.

Cuando con pequeños/as están rodeados por una gran variedad de sabores y texturas, por lo que es normal que sientan rechazo ante los que no conozcan o sea poco apetibles a la vista. 

Si, además, anteriormente se ha tenido una mala experiencia como un atragantamiento, encontrarse mal,...lo rechazarán cuando se les vuelva a ofrecer.

Es muy importante tener en cuenta que no se debe obligar a comer un alimento que se esté rechazando, pues lo único que conseguiremos es que rechace más alimentos, tenga fobia al momento de la comida y vincule el rechazo del alimento con el enfado del progenitor, generando una experiencia negativa cuando, por el contrario, el momento de la comida ha de ser de disfrute y aprendizaje.

No le chantajees ni le premies o le castigues, pues esto no ayuda sino todo lo contrario. Al hacer esto estaremos vinculando el alimento con prmios o castigos, catalogándolos en función de lo conseguido. Es decir, "si el chocolate es un premio, la verdura es un castigo", creando experiencias negativas nuevamente.

Y bien, ¿qué hacer entonces?

Sigue ofreciendo el alimento sin presionar. 

Es fundamental hacerles partícipes en la elección de la comida en familia y crear situaciones positivas en torno a la alimentación.

¿Cómo?

Llévale/a a hacer la compra contigo, muéstrale la variedad de frutas y verduras del mercado, implícale en la elección de alimentos y en su preparación, dándole tareas sencillas.

Es muy importante también la presentación. No es lo mismo una lasaña de espinacas que poner espinacas en el plato. 
Combina alimentos nuevos con otros que ya conozca y le gusten.

El momento de la comida es un encuentro familiar. No tengas distracciones, crea un ambiente acogedor, amable, donde se sienta seguro/a y no juzgado/a. 

Los niños y niñas aprenden por imitación. Recuerda que no podemos pretender que coman brócoli si nosotros mismos no lo hacemos. 

Y, bueno, ten en cuenta que es muy posible que no le gusten todos los alimentos pero... ¿a caso a tí te gustan todos?

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