El autismo y la metodología activa

"Cuando un niño se siente seguro de sí mismo, deja de buscar aprobación en cada paso que da", María Montessori.

En la etapa de educación infantil es imprescindible que los niños exploren y manipulen, ya que así crearán las bases de su pensamiento científico. Es fundamental tener en cuenta la forma de aprender de los niños y niñas en esta etapa, precisando su cognición de la manipulación y concreción de sus aprendizajes, abriendo paso así a lo abstracto.

Además, es imprescindible partir de los conocimientos previos y que el niño/a se empape de motivación y curiosidad.

El pensamiento científico ofrece múltiples ventajas en la vida diaria y en la formación del niño y la niña como persona.

Gracias a él, el niño:

- Mejora su capacidad de razonamiento y su habilidad para pasar de nociones básicas a complejas.

- Aprende a resolver problemas en situaciones reales.

- Practica la construcción de su propio aprendizaje.

- Ejercita su capacidad deductiva y aprende a crear estrategias y soluciones propias.

- Mejora su relación con el entorno físico y su percepción de los espacios, las formas, las partes y el todo,...

Organizar el aula por rincones es una estrategia pedagógica que favorece la participación activa del alumnado en la construcción de su propio aprendizaje. Ayuda para atender a la diversidad, a los ritmos de cada niño, y a la consecución de diversos tipos de tareas y aprendizajes.

Además, si usamos una metodología activa, el niño y/o niña es el protagonista, basándose en un proceso constructivo y resolutivo. Esta metodología se basa en la teoría de Piaget, ya que explica cómo se forman los conocimientos. .

La metodología activa y participativa tiene un carácter lúdico, el aprendizaje se impulsa a través del juego; interactivo, ya que se dialoga y se discute con el objetivo de que se confronten ideas; y un carácter creativo y flexible, ya que no existe un modelo rígido.

Los trastornos del espectro autista, también llamados trastornos generalizados del desarrollo, son un grupo de alteraciones de comienzo temprano en la infancia que se caracterizan por una perturbación marcada en varias esferas. Dentro de este grupo son comunes las alteraciones en las interacciones sociales, habilidades comunicativas y en la esfera de los intereses, la conducta y la actividad. El grado uno es el más profundo. Fue descrito desde 1941 por Leo Kanner, dándole el nombre de "autismo infantil precoz", convirtiéndose en el primer trastorno en englobar a todos los niños con características del espectro autista, sin realizar distinción de síntomas o gravedad. Este grado se caracteriza por no haber desarrollado el niño su lenguaje, tender a evitar la mirada y aislarse del mundo. También presenta movimientos estereotipados que resultan raros y no tienen un objetivo definido. Además, manifiesta gran incapacidad para expresar las emociones y mantiene una esfera de intereses y actividades muy reducida.

Se pueden realizar infinidad de actividades:

- Jugar con las letras: recortar letras de cartón y colocarlas dentro de un calcetín grande. Delante del niño, una cartulina con las letras escondidas. Ha de encontrar dentro del calcetín las letras de la cartulina, hacer que coincidan. Cada vez que se encuentre una, la pronunciamos y motivamos al niño para que repita el sonido. 

- Jugar con los números: Reúne objetos (botones, lápices, calcetines,...) y pide al niño que los guarde en una caja: "guarda tres botones en la caja grande, guarda lápices azules en la tercera caja, guarda un callcetín pequeño en cada caja,...

Es muy importante llamar al niño/a por su nombre o tocarle el hombro antes de hablarle, llamando así su atención.  Se le ha de hablar claro, despacio y haciendo pausas.  

- "coge la cuchara y cómete el pan": esta no sería una frase adecuada ya que en la misma se están dando dos órdenes y el niño únicamente se quedará con una, seguramente la última que oye.

- "toma la cuchara" (pausa) " come la sopa": esta sí es adecuada, ya que se hace una pausa, dejando tiempo para que el niño o niña "absorba" la orden y la pueda llevar a cabo. 

Es importante repetir las frases varias veces y hablarle de temas de su interés.

Estrategias educativas para niños con autismo: 

- estructurar bien el entorno: por ejemplo, en el comedor, ponemos la vajilla sobre la mesa antes de que entre, la decoración serán cuadros relacionados con la alimentación,... De esta forma, se adapta y comprende qué actividad ha de llevar a cabo en cada lugar.

- anticipar actividades y comportamientos: por ejemplo, al inicio del día, presentarle imágenes con las tareas en orden a realizar. Al hacer una,, explicarle que ha finalizado y que debe hacer la siguiente, apoyándose siempre de estas imágenes.

- introducir los cambios paulatinamente: se le debe acostumbrar al cambio desde pequeño: tomar rutas diferentes, no frecuentar los mismos lugares, presentarle nuevos juguetes, nuevas personas,...

- dar instrucciones de acuerdo a su nivel de desarrollo: comenzar con instrucciones sencillas : párate, guárdalo, toma. Es mejor apoyarlo a seguir la orden que repetirla verbalmente una y otra vez.

- exigir normas de comportamiento: debe cumplir las mismas normas y límites que los demás niños/as (compañeros/as, hermanos/as,...). Por ejemplo: esperar su turno en la cola. Poco a poco, el nivel de tolerancia del niño/a aumentará.

Os adjunto el enlace de la historia de Federico, un niño  que hizo de su autismo un cuento. Además, creó una fundación. Además, os recomiendo un cuento, escrito por Isabelle Carrier, titulado "El cazo rojo". En mi opinión, uno de los mejores cuentos que he leído. 

https://www.eltiempo.com/salud/nino-con-autismo-tipo-asperger-escribio-cuento-sobre-su-enfermedad-202660#:~:text=Federico%2C%20el%20ni%C3%B1o%20que%20hizo,relacionarse%20mejor%20con%20su%20entorno.